Pues ya de vuelta de mis vacaciones, y aunque ya llevo casi dos semanitas en el tajo… Es ahora cuando, haciendo uso de la calma que me aporta haberme puesto al día, voy a hacer un repasito a lo acontecido durante estos días.
La verdad es que la última quincena de julio ha sido bastante prolífera de noticias y en su mayoría no muy alentadoras para la vida política, social y cultural en España.
La primera noticia relevante, a mi entender, fue la dimisión del ya ex-presidente del Partido Popular de Cataluña, que por discrepancias insalvables con la dirección Nacional de su partido y mas concretamente con el extremista Angel Acebes, se vio incapaz de se

guir defendiendo los intereses populares en Cataluña o mejor dicho los intereses de los catalanes permaneciendo en la dirección del Partido Popular. Y es que realmente las estrategias erróneas de su partido, que con idea de desgastar al gobierno de España a cualquier costa no ha parado de atacar ya no solo al Estatut, que para Piqué no era tan malo, si no a los catalanes mismos intentando hacer ver al resto de España que cada beneficio adquirido por Cataluña iba en detrimento del bienestar de toda la Nación. A parte, las incoherencias constantes relacionadas con el Tribunal Constitucional y el resto de Estatutos aprobados en otras comunidades y apoyados por el mismo PP con artículos iguales, similares o parecidos a los criticados por este partido en Cataluña.
Por otra parte y muy a mi pesar, me encontré con la desagradable noticia de la muerte de Jesús de Polanco, ese gran editor que consiguió hacer del periódico El País, el diario de referencia para los españoles, y promover desde sus medios de comunicación la conciliación nacional durante la transición española. No cabe duda que además de creer en la libertad, consiguió también ser un buen empresario

de la comunicación, pero al fin y al cabo, en la sociedad en la que vivimos, es de lo que se trata. Siempre ha sorprendido que las peores críticas a sus triunfos empresariales hayan venido los más utraliberales capitalistas que no pueden convivir con la idea de que un buen empresario, también sea un defensor del progreso, la pluralidad, el sentido común y la moderación política. En mi caso, solo puedo lamentar esta perdida y desear que sus herederos empresariales mantengan una línea similar en el pensamiento editorial de sus medios de comunicación.
Otra de las noticias relevantes, a mi modesto entender, de estos días, han sido los apagones de Barcelona, que unidos a los actuales problemas en Aeropuerto, trenes de cercanías y demás penurias infraestructurales demuestra que ya es hora de hablar menos de Estatut, de catalanismos, de idiomas y de naciones, que tanto gusta usar a los defensores de “una grande y libre” y ponerse a trabajar en mejorar las infraestructuras y los servicios en general para los catalanes y el resto de españoles.
Aunque de esto quiero hacer una pequeña reflexión que me escudriña las entrañas: No puedo entender como los, ya citados, defensores del utraliberalismo empresarial, del no intervencionismo estatal en las empresas privadas, de la privatización de los servicios, ¡todos! Como solución al buen funcionamiento de los mismos, luego, ante cualquier eventualidad de las libres empresas en la prestación de servicios, son los primeros en culpabilizar al estado de estas eventualidades… Vamos a ver, si a las empresas de servicios básicos, como lo es la electricidad, las privatizas, las dejas libertad para operar, les permites mayor libertad de precios, abogas por su absoluta liberación porque luego es el mercado, los usuarios, los clientes… los que las controlan… Libertad para forrarse, libertad para decidir si invierten o no invierten más en mejorar sus servicios… Y al final, pasan estas cosas… y para los defensores de estas ideas, la culpa es del estado o del gobierno de turno. Pues miren, si este es el resultado… empezaremos a abogar por la nacionalización de las empresas de los servicios básicos y así cuando pasen estas cosas, tendremos un culpable de verdad y además cambiable cada 4 años.
Bueno, y para terminar por hoy no voy a eludir la noticia de estos últimos días, relacionadas con la determinación del PSOE de pedir al PSN que, con la abstención, permitan un gobierno del UPN (PP Navarro) en la Autonomía Navarra. A primera vista, podría parecer un acto electoralista a nivel nacional. Digamos que sacrificar Navarra por asegurarse u

n triunfo nacional en las próximas elecciones nacionales. Pero permítanme hacer una valoración algo mas profunda para llegar a otra conclusión: Si duda parece que se pierde una gran oportunidad de cambio en Navarra no gobernando con Izquierda Unida Navarra y con Nafarroa Bai, un tripartito de izquierdas que generaría un cambio importante en la forma de hacer política en esa región. Pero siendo sinceros hay varios aspectos que no me convencen de ese posible tripartito. Primero: ¿Realmente esta preparada una escisión todavía demasiado reciente de Herri Batasuna a adquirir la responsabilidad de un gobierno autonómico con sentido de estado si hacer prevalecer constantemente sus aspiraciones soberanistas? Una situación así, ¿Permitiría terminar con la crispación creada por UPN y el PP en general con relación a Navarra? No cabe duda que la dimisión de Fernando Puras es una importante perdida, pero en aras a la responsabilidad para con la sociedad Navarra y para con las defenestradas relaciones entre dos partidos no nacionalistas como

son UPN Y PSN, era mejor dejar gobernar a la formación mas votada en Navarra y trabajar desde la oposición por sacar a esta autonomía del día a día de la crispación política basada en las mentiras y insidias del PP, que por otro lado, queda demostrado que así lo eran cuando se manifestaban y gritaban a viento y marea la venta que hacia Zapatero de Navarra a los terroristas. Francamente, por acabar con ese estilo, con esas acusaciones, con esa confrontación desmedida basada en mentiras, con ese intento de división… y empezar a vivir una etapa constructiva, positiva, con otra manera de entender la política… bien valen otros 4 años de oposición. Lo primero es la responsabilidad antes de llegar a un gobierno a cualquier precio, cosa que otros jamás serán capaces de entender.
Por lo demás… Bienhallados todos de nuevo a este curso 2007/2008.