Por mi, que arbitre la señora madre de usted.

Esta es la portada con la que el Marca sale el Domingo 15 de abril de 2007 a la calle, al verla el lunes, mis compañeros y yo hicimos un comentario espontáneo que surgía del mismísimo sentido común: “Luego cuando pegan, amenazan y matan a los árbitros en otros países donde la locura por el fútbol se sale de lo normal… nos extrañamos” “Menuda irresponsabilidad hacer una portada así… ¿que esto es un deporte señores!”.
Miren por donde hoy día 17 de abril, conocemos la noticia de que el señor Turienzo está amenazado de muerte, y que su hija de 6 años a sido agredida verbalmente en un parque de su comunidad.
Creo que la reflexión sobre este asunto es obvia, una cosa es la crítica a un buen o mal arbitraje, lo cual me parece lícito, y otra criminalizar utilizando unos medios de comunicación tan influyentes como puede ser este periódico con tiradas que rondan los dos millones de ejemplares diarios. La irresponsabilidad de este periódico que se tilda de “deportivo” usando la más clara muestra de antideportividad posible, como es la de señalar con el dedo a una persona que hace un servicio en lo que es todo este “chiringito” futbolístico, como causante de la desgracia deportiva de una entidad como es el Real Madrid. Una vez más, el de negro, el odiado, es el responsable de la gestión deportiva y del devenir de un club de fútbol que ha sido eliminado de la Copa del Rey, de la “Champions Leage” y que lleva perdidos 8 partidos en lo que va de liga.
A pesar de que este periódico en el día de hoy parece arrepentido de su “criminalización” del domingo con su portada de hoy: “Aunque arbitrar mal no es un crimen” dicen… La pena es que esto tan evidente lo tengan que advertir después de convertir a este señor en una victima de sus irresponsabilidades provocándole amenazas de muerte y poner en peligro la integridad de un colegiado y su familia tachándolo previamente de “Verdugo del Real Madrid”.
Mi conclusión es simple a la par que preocupante, con historias como estas se siguen contribuyendo a la destrucción del fútbol como deporte e inculcando en él los valores más perversos, infames y execrables del ser humano.