De vuelta de las vacaciones

Bueno, no crean ustedes que es el día más feliz de mi vida... "Pero que no me quiten lo bailao".
¿Menorca? Sepan Ustedes que parece mentira que las aguas que bañan la costa levantina o murciana sean las mismas que forman este paisaje y estas playas incomparables, y no lo digo porque en Castellón, Valencia o Murcia no tengan playas bonitas, pero las aguas no parecen las mismas, se lo aseguro.
Ya es la segunda vez que voy por estos parajes, y no dejo de tener ganas de volver.
Esta vez estuvimos en unos apartamento llamados Cala Blanca, junto a una Cala del mismo nombre que si no fuera por los 5 ó 6 restaurantes que bordean los laterales de la Cala seria una preciosidad… bueno, el precio de la civilización.
Sin embargo nosotros decidimos ir a playas vírgenes, que aunque son más difíciles de acceder, merecen la pena, y como alquilamos un cochecillo, pues había que amortizarlo y recorrer la isla, y andar un poco, que falta nos hace.
Así que hicimos ruta de playas durante nuestra estancia y estuvimos y por este orden en la Cala Morell, al norte de la Isla, en la Playa de Sant Tomas y Binigaus, ya tirando para la costa suroeste, donde cogimos algo de arcilla que cae por las paredes de un barranco en Binigaus, para hacernos un pilling natural, ahí mismo, como dios nos trajo al mundo. Visitamos también, y seguimos por orden, una calita muy agradable junto al Faro de Favàritx, dentro ya del parque natural de la Albufera des Grau, al Noroseste de la isla, también en Cala Macarella y Macarelleta, Cala Turqueta y por último a Son Saura, donde haciendo Snorkel, nos encontramos con un banco de unos 300 peces, mínimo, de un tamaño considerable… vamos que la dorada que me comí el primer día no era ni la mitad que el más pequeño del grupo, y la verdad, impresiona bastante.
También asistimos a las fiestas de Fornells, donde unos días antes, nos comimos una rica caldereta de langosta y nos hicimos una bonita excursión en kayak, saliendo del puerto de Fornells, bordeando los acantilados de Na Ponça, llegamos a la cueva del Ingles donde los colores del mar vistos desde el interior de la cueva se tornan en un turquesa tan intenso que no parece real… allí hicimos Snorkel por el interior de la cueva y aledaños y, realmente fue impresionante. Las fiestas, muy peculiares, los caballos preciosos, y las cabriolas a dos patas que se hacen con la gente a su alrededor, la verdad, muy meritorio. Era como saltar a correr las baquillas pero con caballos que se esfuerzan por no patearte la cabeza, aunque alguno sale mal “parao”. Yo llegue a sentir el casco de uno que casi se apoya sobre mi pie, por mi ansia de hacer fotos cerquita. Ese día acabamos por la noche, tomándonos unos tentempiés junto al mar en una calita que al no estar del todo a oscuras no conseguimos ver la fosforescencia de sus arenas en la noche… bueno otra vez será.
En lo que ha visitas arqueológicas se refiere, además de ver la famosa Naveta Des Tudons, estuvimos viendo los poblados Prehistóricos de Torrellafuda y de Son Catlar. Sendos Poblados Talaióticos, cultura que data desde 1.500 años a.n.e. (antes de nuestra era) hasta el siglo I a.n.e. aproximadamente y donde se conservan torres, murallas, cuevas de enterramiento y algún que otro Talaiot. También estuvimos en lo que queda de la basílica paleocristiana de Son Bou.
También hubo alguna salidilla lúdico-festiva, de tarde, claro… con los nenes… Bueno visitamos una discoteca que sorprendentemente la han hecho en el interior de unas cuevas en Cala en Porter, cerca de Cales Coves, y que por la tarde te cobran 6 euros por entrar y ver las vistas privilegiadas ya que son unas cuevas que dan a unos barrancos junto al mar… por cierto los 6 euros incluyen un combinado, tipo cahipiriña, Mojito o similar. Los nenes 3 euros por un zumito. Creo que por la noche te sale por 20 euritos… con ligoteo a “giris” incluido claro.
Y nada, tras el buen comer, por cierto tienen un queso y una sobrasada de primera, el rico vino y cerveza y con la grata compañía de la familia, se pasaron las vacaciones en un abrir y cerrar de ojos.
Solo una anécdota: en el aeropuerto de Menorca, esperando a mi cuñados, me pidió la documentación unos Guardias Civiles de Paisano, que me preguntaron que coño hacia yo ahí tanto tiempo… sin duda fue la señal de que el sol ya se estaba pegando en mis carnes y volvía a parecerme a ese hombre moreno o negro que si esta en un aeropuerto solo puede estar por tres cosas, o “pa robá”, “Pa traficá” o “pa poner una bomba”…